Radio Quispillaccta es, sin duda, una de las emisoras más singulares del
país. Aunque pertenece a la Comunidad Campesina de Quispillaccta, curiosamente
no opera en dicho pueblo, ni siquiera dentro del distrito ni la provincia
correspondiente. Sus estudios están a tres horas de distancia del pueblo, en
Huamanga, una de las ciudades más desarrolladas de Ayacucho.
Lo paradójico es que la señal de la emisora tampoco llega desde hace dos
años a Quispillaccta, ubicada en el distrito de Chuschi, provincia de Cangallo,
debido a que la estación repetidora en FM, alquilada a un poblador —aparentemente
un operador informal— resultaba costosa.
La emisora obtuvo su licencia de funcionamiento en 1999, pero recién
salió al aire en el año 2000, “por Semana Santa, que es cuando celebramos
nuestro aniversario”, dice Rodolfo Espinoza Mejía, administrador de la radio.
La estación se creó por iniciativa de la Asociación Bartolomé
Aripaylla para reivindicar la identidad y cultura de la comunidad. Sin
embargo, la radio no le pertenece a dicha ONG. La propiedad está a nombre de la
Comunidad Campesina de Quispillaccta, como consta en los registros del
Ministerio de Transportes y Comunicaciones.
“Ellos solo gestionaron el financiamiento externo para la compra de la
radio”, aclara Espinoza, quien precisa que la ONG continúa trabajando en el
pueblo en otras áreas.
“La gente de esta asociación, integrada por profesionales
quispillacctinos, rescataba nuestras vivencias comunitarias y nuestra
idiosincrasia. Fueron ellos quienes propusieron la creación de una radio que
difundiera exclusivamente nuestra música —el chimaycha— y se expresara
en nuestro idioma, el quechua. Ellos solicitaron el apoyo internacional para
fundarla junto con la comunidad”, precisa.
Señor Espinoza, al comenzar la
entrevista de lo primero que me habló fue de la música autóctona y de la
identidad del pueblo de Quispillaccta. ¿Por qué?
Porque la radio ha jugado un papel importante en la difusión del chimaycha,
que es música autóctona de nuestra comunidad. Se toca con una guitarrita pequeña,
como si fuese de juguete, que es creación propia de los quispillactinos.
Gracias a esa difusión, nuestra música ha sido declarada por el Estado como
Patrimonio Cultural de la Nación.
¿La radio difunde solo música local autóctona?
Sí. Antes nuestra música era despreciada, no tenía valor, nos
discriminaban por ser indígenas, pero la radio cambió todo eso. Estamos muy
satisfechos de haber cumplido nuestra misión, que era difundir nuestra música y
nuestra cultura.
¿Cómo ha afectado y beneficiado internet
a Radio Quispillaccta?
Nos afectó sobre todo en la publicidad, que ha bajado mucho. Pero como
la radio es AM seguimos atrayendo todavía anunciantes porque hay lugares que no
tienen ni luz. En esos lugares la gente nos escucha con pilas. Y gracias a
internet podemos transmitir en vivo nuestra señal y difundir nuestra cultura
para el mundo.
Siendo la radio propiedad de la
comunidad, ¿en Quispillaccta solo escuchan Radio Quispillacta?
No. Escuchan radios de Cangallo, de Huamanga y de otros lugares. Pero
los únicos que tenemos AM somos nosotros; nuestra señal cubre todas las partes
altas de la provincia de Huamanga, incluso llegamos a una parte de Cusco y
Huancavelica. Le voy a aclarar una cosa: la radio funciona en Huamanga, no está
en la comunidad. Antes teníamos una repetidora de FM que nos alquilaba un poblador,
pero nos generaba mucho gasto, por eso lo hemos dejado. Como la comunidad está
en una quebrada, la señal no llega en directo al mismo pueblo, solo a las
partes altas.
¿Y por qué la radio no funciona en Quispillaccta?
Porque cuando la radio salió al aire, en el pueblo no había electricidad.
Por eso decidimos instalarnos en
Huamanga, una ciudad que ofrecía más facilidades para el desarrollo de la
emisora
¿La radio no tiene suficiente potencia?
Solo usamos 1 kilovatio, y nuestros equipos son un poco antiguos, tienen
más de ocho años, consumen mucha energía eléctrica. Por esa razón salimos de
5.30 de la mañana hasta las 11. De ahí descansamos hasta las tres de la tarde. De
las tres transmitimos hasta las ocho de la noche. Difundimos programas de medicina
natural, noticias, música, y tenemos un espacio para hablar de nuestras
vivencias y costumbres.
Dice que los equipos de la radio son un
poco antiguos, ¿son de tubo?
(Risas). No, de tubo ya no existen. Es un equipo pequeño. Nuestra
antena, no sé si hay antenas modernas, funciona con agua.
¿Con agua?
Si. Tenemos que regar la antena todos los días porque funciona con
mallas de cobre en el suelo, y el suelo tiene que estar húmedo. El ingeniero
dice que es para botar la potencia de la radio; para que tenga más alcance.
Todo el suelo donde está la antena está enmallado, y hay que mojarlo todos los
días. En el terreno tenemos cuatro pozos para llenar agua y regar.
Tengo entendido que la radio recibe
financiamiento internacional.
No.
¿Como se sustenta, entonces?
Con la publicidad.
¿Del Estado?
No. Hace dos años no tenemos publicidad estatal.

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